LA ERMITA

Si existe un lugar característico en la Villa de Anna este no es otro que el entorno que
forma la ermita. Es un lugar en el que confluyen sentimientos atávicos de una población
que aprendió a verse desde fuera, a partir del momento en el que decidió singularizar
una advocación en un lugar de culto diferenciado. Fue sin duda este hecho, uno de
esos momentos en que como hemos señalado un grupo de personas que ocupan un
solar común, actúan como un pueblo y comienza realmente a crear raíces.
No tenemos un documento exacto sobre la fundación de la ermita, pero si que esta
bastante claro que debió ser en una fecha posterior al terremoto de 1748 ya que en las citas
tomada por D. Vicente Rausell se puede leer:
“ Todo el pueblo se retiró al paraje que llaman Eras y en los corrales de ganado que allí
se encontraban se retiraron muchos... y al día siguiente de los terremotos tuvieron que
bajar para oír misa enfrente el Palacio del Excmo. Sr. Conde de Puñonrostro en una mal
formada tienda que de pronto se habilitó, pues cayeron todas las bóvedas de la Iglesia―.
Resulta evidente que si tuvieron que bajar a la Plaza de los Álamos a escuchar misa de
forma tan precaria es por que no tenían otro lugar en el que poder hacerlo. En 1761 ya consta
la celebración de una misa en la Ermita y en 1768, tenemos referencias de la existencia del
calvario y de un terreno que disponía la Iglesia en lindes con el de JOSEPH PUJADAS de
profesión labrador propietario de tierras “ junto al Calvario de la Ermita26”. Será en ese intervalo que va desde 1749 , una vez reconstruido el templo , a 1761 cuando se fraguó la construcción de la ermita.